jueves, 22 de diciembre de 2011

my sweet obsession 50

Mentira... si quiero volver a hacerlo... pero no porque nosotros hayamos hecho... hecho el amor, no.
Eso no fue aquello... Solo porque ella... ella es increíble.
—¡Reacciona Justin! —me dijo fuerte Zac haciendo que saliera de mis pensamientos.
—¿En que estabas pensando? Tenías cara de no y luego de si —me dijo Rich.
—Estaba pensando en las probabilidades de lo que acabas de decir —le dije.
—¿Y cuales son? —me preguntó.
—Son total y completamente nulas —le aseguré.
Entonces Richard se puso de pie cuando vio como Emma se acercaba a nosotros.
—Ya vuelvo —nos dijo y se alejó con ella.
Un celular comenzó a sonar y era el de Zachary, miró la pantalla y se alejó de mí, haciéndome un gesto de espera. Me dejaron solo en la mesa. Miré a la mesa de _______ y mi prima que hablaban.
Taylor le habló indignada. Me puse de pie y me acerqué a ellas, sentándome justo al frente de ______. Ambas me miraron. Pero al instante Tay volvió su vista a su amiga.
—Estas insoportable ______ —le dijo con tono enojado.
—Si no te gusta, no me hables —le contestó ella.
—¿Pasa algo? —pregunté. Mi prima me miró.
—No lo se, esta intratable... no le puedes hablar mucho porque se irrita... para mi que estas en sus días.
—No —le contesté muy seguro. _______ me miró asesinamente.
—¿Cómo lo sabes? —me preguntó la rubia.
—Solo está así porque vio una película cómica por la noche… al parecer le gusto mucho mientras duró… pero luego la irritó —le dije a Tay sin dejar de mirar a _______.
—Pues creo que tú también la has visto —me dijo ella.
—¿De que hablan? —preguntó Tay.
Mi mirada seguía fija en _______, al igual que la de ella en la mía. Era como si me estuviera desafiando a hablar.
—La diferencia es que yo no me arrepiento de haberla visto, es más me encantó, pero creo que la clasificación que le dieron no fue la apropiada —le dije a _______.
—Yo creo que te asusto un poco —me dijo —¿No te fuiste corriendo?
—¿Acaso querías que me quedara a terminar de verla? Creo haber escuchado que ya era muy tarde…
—Esperen un momento —habló Tay colocando su rostro en medio de ambos —¿Ustedes estaban juntos ayer?
—NO —dijo ______.
—SI —la contradije.
Taylor nos miró con más confusión que antes.
—¿Si o no? ¡Decídanse! —nos pidió.
—Nos habíamos reconciliado, primita —le conté mientras una sonrisa burlona se dibujaba en mi rostro.
—Para una reconciliación hace falta una relación, Bieber. La cual tú y yo no tenemos —me dijo ella. Sonreí mirándola fijamente al recordar mi apellido en sus labios, pero de manera agitada.
—Ignórala Tay —le dije a mi prima —Solo está molesta porque no quiere admitir que la
película le encantó.
—Pero, ¿Qué tienen en común la película y la reconciliación? —preguntó confundida.
—¡Todo! —dijimos ella y yo al unísono.
______ se puso de pie y me miró fijamente. Ella parecía estar bastante enojada.
—Fue la película más horrorosa que vi en mi vida… y no quiero volver a verla nunca más —me dijo hablando rápido.
—No me pareció eso, cuando me pediste que volviera a ponerla —le dije sonriente.
Su boca y sus ojos se abrieron indignados.
—No puedo creer que hayas dicho eso —me acusó.
—¡Ya basta! —dijo Tay mientras se ponía de pie también. Yo también lo hice —¡No entiendo nada de lo que dicen! ¡Ya me cansaron! ¡Arréglense, peléense! ¡Vayan a tener sexo por ahí, a ver si se les quita lo insoportable!
Tay se fue dejándonos solos. Apreté los dientes ante lo último que había dicho mi prima. Si ella supiera que ese es el puto problema.
—Quiero que te mantengas alejado de mí, porque o sino vas a arrepentirte, ¿escuchaste?
—Solo dime una cosa…
—¿Quieres saber si lo disfruté? ¿Si lo gocé? Si, si lo gocé, lo disfruté, eres toda una maquina lujuriosa… Pero no quiero volver a repetirlo —me dijo y comenzó a caminar para salir de la cafetería. Mis piernas tardaron un poco en responder a la orden de mi cerebro, para seguirla. Pero lo hicieron y corrí hasta alcanzarla.
—Solo quiero saber que demonios te pasa —le dije, mientras la tomaba con cuidado del brazo para que dejara de caminar —No entiendo porque actúas de esta manera…
—¿Qué? ¿Acaso quieres que siga alimentando tu ego? —me preguntó y soltó una leve risa irónica —Ya está Bieber, lograste lo que querías conmigo. ¡Me acosté contigo! ¡Un aplauso para el señor, por favor! —dijo elevando su voz y aplaudiendo un poco —¿Y ahora que quieres?
—Yo… yo no lo se —le dije perturbado por sus palabras.
—Ahora, que venga la siguiente ¿verdad? —me dijo. La miré fijo a los ojos – Así es como funcionas y yo no pretendo poder cambiar eso.
—Quiero estar bien contigo _______ —le dije soltando un suspiro.
—Está bien, está bien, aquí no pasó nada... ya no quiero peleas, ni vueltas, ni enredos. Solo que ya no sigas... olvídalo, yo ya lo olvidé —me dijo.
—Pero si pasó… y yo no quiero olvidarlo… no puedo —dije bajando un poco más el tono de mi voz en las últimas dos palabras.
—¿Y que quieres que haga? —me preguntó y vi como sus ojos se humedecían. Sentí una presión en medio de mi pecho —¿Qué me acueste contigo cada vez que tengas ganas?
Apartó su mirada de mí y miró hacia el suelo. Un nudo se había formado en mi garganta, haciendo que me costara un poco hablar y hasta tragar mi saliva.
Con un poco de duda me acerque a ella. Tomé su rostro con mi mano e hice que me mirara a los ojos. Sus ojos estaban poblados de lágrimas. Cristalinos y vidriosos.
—Para ser honesto eso… me haría muy feliz —le dije. Una lágrima no pudo quedarse en su lugar y resbaló fría por su mejilla. Aquella imagen me destrozó por dentro. Con uno de mis dedos la sequé suavemente —Pero jamás te lo pediría.
—Ya no sigas más Justin… aunque no parezca me haces daño.
—Yo no quiero hacerte daño.
—Entonces… ya déjame, por favor —me pidió y comenzó a salirse de mi agarre.
Lentamente comenzó a alejarse más y más. Hasta que estuvo lo suficientemente alejada de mí, se dio vuelta y comenzó a caminar por el largo pasillo. Yo solo me quedé ahí mirando como ella se perdía por el camino.
Pero ya intente dejarte centenares de veces, ______. Y cada vez encuentro una manera más espectacular para fallar. Soy un maldito cerdo egoísta.
El resto del día en la Universidad se me pasó lento y pesado. No había vuelto a ver a _______ por ningún lado.
Pero lo raro también fue que tampoco volví a ver a mi prima, ni a Emma.
Rich me dijo que Emma se había ido porque tenía que realizar unos trabajos con su madre, y de Tay… bueno de ella no supe nada.
Llegué a mi departamento y tiré las llaves sobre la mesa, para luego entrar al baño. Me duché y salí para acostarme un rato a descansar.
Tomé el control y prendí la tele. Sentí unas voces provenientes de afuera y el sonido de una llave. Apagué la tele y me escondí detrás del sillón. De seguro esa era Tay y venía en compañía de alguien.
—Que cansada estoy —escuché la voz de mi prima.
—Si, hoy fue un día bastante largo —dijo Emma.
Me acomodé mejor detrás del sillón para que ellas no me vieran.
—¿Quieres algo para tomar? —le preguntó Tay.
—Un poco de agua —dijo ella.
Escuché como se sentaban en las sillas de alrededor de la mesada de la cocina.
—Ya se porque hoy estaba tan tensa _______ —dijo la rubia.
—¿Por qué? —le preguntó Emma.
—Ayer Justin fue a su casa a buscarla… y ya sabes ellos…
—¿Qué?
—Tú sabes que entre ellos hay mucha química.
Asentí con la cabeza.
—Si, lo se.
—Bueno, ellos terminaron haciéndolo —dijo Tay.
—No puedo creerlo.
—Tarde o temprano iba a pasar, yo lo sabía. Pero no sabía que iba a afectarla tanto.
Fruncí el ceño al escuchar eso de mi prima.
—¿Afectarla? —dijo la chica de ojos verdes.
—Si, a ______ le pasa algo con Justin... Es así aunque quiera negármelo rotundamente, yo se que
le pasa algo con él. Y esta asustada la pobre... imagínate se enamoró de Robert, era un idiota en
potencia, aunque no lo parecía. ¿Y ahora Justin? Está bien, es mi primo, lo adoro. Pero es tan
cínicamente idiota y mujeriego. No hay que ser un genio ni nada para saber que en algún momento,
la terminaría engañando —dijo ella.
Eso no es así, a ______ no le afectó. Comencé a pensar en las cosas que mi prima acaba de decir.
¿A _______ le afectó?
¡Demonios soy un completo imbécil! La única chica a la que si bien no… bueno tal vez… no, no,
definitivamente NO AMO pero si me importa lo que piense de mí no quiere saber nada conmigo antes de
siquiera intentarlo.
—Yo la conozco bien, _______ se deja ver como una chica fuerte, y decidida, tiene un carácter
especial y amo sus convicciones inamovibles... es lo que más admiro de ella. Pero cuando logras
entrar a su mundo, ves lo sensible y frágil que es —agregó Tay.
—Pobre, ella es tan buena —dijo Emma —Debemos hacer algo por ella.
—Si, lo se —dijo mi prima.
—¿Acaso estas pensando lo mismo que yo? —dijo la pequeña genios.
—¿Qué estas pensando tú?
—Es hora de buscarle un candidato a ______ —dijo contenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario